Una de las facetas más rudimentarias del rock, es el garage, que se caracteriza por un sonido áspero, ruidoso y poco refinado, con melodías básicas, y por lo regular se basa en técnicas de grabación muy primitivas, por lo menos el garage de los 60's. Se dice que la mayoría de éstas bandas-en su mayoría provenientes de los Estados Unidos-, querían emular lo que venía del lado británico, pero el resultado fue algo menos elaborado,y a su vez, con más rebeldía.
Creo que esta cara del rock le devolvía de alguna forma lo que se había perdido con el sonido más edulcorado de los británicos, pues bandas como The Sonics, The Troggs-que eran británicos-, Question Mark & the Mysterians, Los Saicos -provenientes de Perú- The Blues Magoos, y muchísimos más, se encargaron de forjar una nueva versión, más directa y cavernícola del rock, que a su vez supuso, que el hacer música era una posibilidad para cualquiera que tuviera las nociones musicales más básicas.
Bajo la influencia de aquéllos grupos, así como de The Doors, The Rolling Stones, y The Velvet Underground, surgió una banda que marcaría para siempre el devenir del rock en general, sin olvidar su influencia en lo que después sería el Punk, y me refiero a The Stooges, con Iggy Pop como Frontman, los hermanos Asheton, y Dave Alexander -quien después sería sustituido- se encargaron de grabar tres álbumes, que hasta nuestros días sacude cabezas, por su rudeza, éstos son: The Stooges, Fun house y Raw Power.
Recuerdo la primera vez que escuché I wanna be your dog, me volví loco, quería conseguir algún disco de éstos enfermos como fuera, me quedé alborotado por ese sonido que encajaba a la perfección con la voz encabronada de Iggy Pop. Ese sonido que hacía parecer a los Rolling Stones como unas niñas, aún me sigue emocionando.
Su primer álbum, el homónimo, data del año 1969, y es a mi parecer, uno de los mejores de los 60's, por su honestidad, y sobre todo, por su sonido puerco, que iba a contracorriente respecto a la tendencia psicodélica, más enfocada en el llamado Flower Power. En éste álbum, se muestra toda la fuerza sonora que posteriormente daría vida al Fun house y al Raw Power, que son igual de marranos.
Con el fuzz a tope, con un bajo que hace lo suyo para alimentar el sonido integral, con una batería seca y sobre todo con un Iggy Pop en plena desvergüenza para berrear, podemos escuchar éste álbum sin desperdicio alguno. Mención aparte merece We will fall, que pareciera un tributo a The Doors, donde John Cale -quien produce el disco- toca la viola, para dotar a esta canción de un carácter frío y oscuro.
Es de más conocido, que el señor Iggy Pop posee una personalidad extravagante, pues cuentan que durante aquellos años, bajo los efectos de drogas duras, se revolcaba sobre botellas de vidrio rotas, así como cigarros encendidos, y en los conciertos, era blanco de cuantos objetos le arrojaran de parte del público; así la violencia que mostraba en el escenario se puede escuchar en el sonido que imprimieron en el estudio a la hora de grabar. No hay más que decir, escuchemos a volumen atronador, este álbum tan desparpajado.
cada vez va subiendo la intensidad de las recomendaciones, haber si en tu proxima entrega no aparece algo de satanismo jejejejeje. Saludos Camarada.
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