Al cuerpo como al espíritu hay que flagelarlo, para que
cuando Dios nos declare la guerra mínimo podamos mirarlo a los ojos
Aquella
frase fue mi tatuaje de graduación, cuando caí en esa nueva sociedad; fue
ejecutado por la máxima autoridad de ahí, "El Sombras". Dicen que se
arrancó los ojos como Demócrito, y aún así ejecuta los tatuajes a la antigua
usanza, como los románticos prisioneros de las antiguas cárceles en los
estados fronterizos de país.
Nunca
lo conocí, porque fui sometido por decenas de brazos y "tentáculos"
al punto de perder el conocimiento. "El Sombras" o "La
Sombra" es Dios en las cloacas. Los hombres-rata son los ciudadanos de la polis underground.
Es
como la sociedad civil de Hegel, pero su sentido ontológico está fundamentado
en el tráfico consensuado de las baratijas que caen de arriba. No es la autodeterminación
del individuo que se corresponde con el telos
de la razón, sino el resultado por reconocimiento del callejón sin salida que
representa la supervivencia más laxa y nata.
La
fuerza inescrutable del destino lleva a los hombres a tomar las peores
decisiones, sin embargo, aunque pudiésemos saber lo que nos depara el destino,
seguiríamos tomando el camino erróneo, porque el exabrupto es el combustible de
la vida, la causa y el meollo del asunto esencial, del mortal contra el Creador.
En un
arranque de locura, al ver que la Pandemia no llegaba a su fin, decidí irme a
vivir a una coladera, pues después de un recuerdo de la niñez, mi memoria
reconoció el lugar donde vi que salían y entraban personas como si fuera un
departamento más.
Por
extraño que parezca, a mi llegada nadie paró mientes en mi nula presencia, al
bajar, después del golpe olfativo a podredumbre, vislumbré un banquete de unas
10 personas que compartían el alimento con las ratas. Las "ratas" es
un decir, porque más allá de sus extremidades obvias, y la pronunciada quijada de
roedor, aquellos seres de tamaño monstruoso gruñían y parlaban como seres
humanos, incluso se hacían bromas, reían y se abrazaban. Los hombres-rata les
dicen, y nunca salen de ahí, viven en comunión forzada con sus hermanos los
humanos. Me atrevo a decir, que esas horribles creaturas fueron el resultado
derivado de varios intentos infructuosos de copular con humanos. La naturaleza
siempre tiene un as bajo la manga, y la ferocidad de sus hijos se corresponde
con su astucia para violar las reglas básicas de la genética y la probabilidad
morfológica y anatómica.
"Hola"
les dije, y de inmediato me señalaron, unos se comenzaron a reír como si
hubiera hecho una ridiculez, otros seguían devorando su nada apetitosa comida,
que parecían tripas de gatos sin cocer.
Cuando
desperté vi que todo había sido una pesadilla, los hombres-rata no existen, es
decir, son seres humanos comunes, vapuleados por la dureza del medio ambiente
donde viven, pero la natural propensión a los sueños más forzados, sometió mi
imaginación para que mis ojos vieran en tales seres, una figura de roedor. En
realidad, son los animales que más se parecen a los humanos. Si quieres conocer
la sociedad y el alma humana debes volverte un experto en ratas. Palabra de
teratólogo.
Fui aceptado en la sociedad porque al igual que todos los demás la decisión de llegar ahí fue por voluntad propia. Y la mayoría tiene a cuestas una historia terrible que contar, aunque los hay como yo, que simplemente decidieron buscar nuevos aires, y darle un respiro a su alma corrompida.
El Sombras se casó con Esperanza, una
dulce mujer que falleció después del parto, su retoño se llamó Ego. Ego fue
asesinado por su hermanastra llamada Locura. Sombras se arrancó los ojos
después de la tragedia, y con el tiempo aprendió a ver con las palmas de las
manos, (se dice que él le enseño a Jacobo Grinberg). Perdonó a Locura, su hija
no reconocida. La mandó a estudiar allá arriba. Dicen que desempeña un papel importante
en la Función Pública. Los miembros de la comunidad (o ¿Sociedad?) de los
hombres-rata temen su regreso.
Dicen
que Locura siempre pierde la noción del tiempo y el espacio en las cosas más
profundas. Lo cierto es que Locura tiene asuntos más importantes que atender
como para regresar al nido que la vio nacer. Su madre, Melodía, lleva años
desaparecida, pero a veces algunos miembros dicen escucharla cantar en sueños,
casi siempre llorándole a su hija.
La anterior historia es un relato conocido
por todos, pero la historia de cualquier otro miembro debe ser interesante por sí misma.
Un día, sin querer, me tropecé con unas
hojas, de las que apenas pude leer algunas frases, transcribo tal cual, aunque
algunas palabras son de mi autoría, por lo ilegible del documento:
Soy Víctor Landeros Sánchez
actualmente travajo en jardinería
pruebo las plantas ami cuidado con sus
cabesitas de bebé o me las como cuando se portan mal yumi yumi, mira como se
mueven
Mi aspecto espanta a todos pero soy
buena persona
aller le di de comer a los palomos
voy a ver la tele un rato
no mejor no mejor voy a ver a mis
siclidos que ya estan jugando
tomen su beta jijijiji cómanlo amigos jajaja
recuerdo cuando trabaje en la oficina cuando
puse cianuro en el garrafón jajaj
que estúpidos son los humanos,
Si no se hubieran reido de mi cabello
si me tardé una hora en cortarlo con
las tijeras de la escuela,
jaja las que le clavé a mi ratonsito
Te lo merecias ratonsito de biblioteca
Ah
cuando trabaje en el departamento creativo de Sueños Salubres Co.
yo ayudaba a enlutar pesadillas baratas
a precio de ganga, jaja que loco
Yo mismo las probé jajaj y sugerí que
hacía falta más neblina y susurro de voces ancestrales yujuuu!
Me corrieron porquese me pasó la mano y
algún clienteque andaba en busca de experiencias insólitas se la tomó jajaj
pendejo
Yo guardé mi propia pesadilla enlatada
se prepara como sopa esta versión hellnightmare 2.0 full...
Al rato me la tomo jijiji
Chale ya se ve raro, me la voy a
arrancar con todo y pelos de colores que veo ajaj
Ese pinocho tan sádico llamado Gog, yo
lo cree, fue mi hijo hasta que lo hicieron novela jjajaj
en la madre jajja
Lo que seguía era indescifrable. El lugar está lleno
de historias de ese tipo, algunas se transmiten oralmente y otras por escrito. Ahora recuerdo que, mientras leía
esas palabras, de golpe me llegó la frase de Norma Mailer: "Tenía la
impresión de encontrarme en una cueva, en el mismísimo borde de la futura
civilización en compañía de los nuevos cavernícolas cerebrados, un anticipo de
los siglos venideros"
Los hombres-rata son el futuro de la civilización,
en la cloaca de su sociedad se están fraguando los nuevos principios que serán
el resurgir de la humanidad, ya tan lisiada, tan cobarde y sin gusto musical.

No hay comentarios:
Publicar un comentario