domingo, 17 de mayo de 2015

Ya que se globalizó la estupidez, globalicemos las consecuencias también


No entiendo el porqué de la gente que va al cine a ver películas en 3D, o con un sonido monstruoso que implica salir aturdido de ahí cual perro hambriento apaleado por los comerciantes en un mercado.  En verdad, no entiendo, por qué a muchas personas les gusta pagar por el embrutecimiento; para ver la película  de estreno, que en su mayoría son francamente ridículas y van contra la inteligencia y la templanza.

Muchas personas se quejan del servicio en el transporte público, donde hay que buscarse lugar en medio de seres apestosos y con mal carácter, donde van los vendedores ambulantes a colocar su bocina a todo volumen a unos centímetros de tu oreja. Pero esa misma gente paga, y muy bien, cuando va al cine a presenciar por ejemplo "The Avengers". Para empezar hay que formarse en una cola peor que la de las tortillas, luego compras golosinas de muy baja calidad a precio de alimentos gourmet y un refresco sin gas. Ya después de pasar por esa marabunta de individuos, debe uno colocarse en el asiento de tortura, donde verás una serie de imágenes confusas, efectos especiales de "altísimo nivel" y una bomba de ruido que pondría en el manicomio a una persona del siglo XIX llevada ahí por primera vez, hará las pesadillas de tus sueños.

El nivel de salvajismo humano, se expresa muy claramente ahí, en las grandes salas de cine. Entiendo qué es la sociedad de masas, lo que no entiendo es la predisposición de las personas para no sólo someterse, sino pagar por su propia tortura. Me imagino a un señor llegando a su casa para presumir a su vecino que fue a ver tal película en alta definición, como diciendo, "tú no puedes pagarte eso, pero yo sí"; seguramente es un aliciente importante, pero lo preocupante, es la terquedad de las personas para seguir consumiendo mierda.

Ya lo dijo un gran escritor: el ser humano es un animal que se adapta a todo. Y parece que esto va a empeorar. Basta ver cualquier película de estreno, llena de lugares comunes, y clichés, que la gente se empecina en imitar. A cualquier lugar a donde voy, la gente repite como focas las mismas frases, los mismos chistes,  y se visten igual. A nadie le gusta quedar como idiota, pero un sujeto sin criterio, hará lo que sea por ser parte de la manada urbana. Por ello imita peinados, vestido y calzado,  gustos y maneras de ser. En alguna medida todos lo somos, pero los necios son la mayoría. A la gente le gusta la acción, no la reflexión, por eso paga por esas películas, y si es para "reflexionar", todo se reduce a un dilema propio de un criado. Por eso la gente se avienta en paracaídas, por eso la gente no soporta el "internet lento", ni los teléfonos celulares anticuados. Les urge darse un baño de credibilidad momentánea, ya que al 90% de la población mundial, es lo único que les queda.

Éste álbum de Refused es una muestra del hartazgo que debieron experimentar estos suecos de tanta estupidez en su tierra. La monotonía de seguir vivos para lo mismo de siempre. Algo que al parecer, nunca pasará en este país.

Great words won't cover ugly actions

Great frames won´t save bad paintings...
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario