domingo, 13 de noviembre de 2011

Porque el verdadero rock and roll no apesta

¿Alguna vez le ha sucedido estimado lector, que no se siente de este tiempo? Como si usted se equivocara de época o de vida. A veces el mundo es tan extraño que las cosas más extraordinarias de este tiempo me parecen cosas mínimas, que desmerecen admiración.  Por ejemplo un automóvil último modelo me da flojera, un “gran” espectáculo, tipo inauguración de juegos olímpicos me parece un desperdicio de recursos, tanto económicos como humanos, o ir a pedir autógrafos a alguien, me parece una acto vergonzoso.

No es por renegar de mi tiempo, pero sin duda alguna, me hubiera gustado nacer a principios de los 70’s, lo siento, sé que peco de mamón, pero no le veo nada atractivo a esta época, lo que veo es pura pedantería, y en la música salen puros cartuchos quemados. Prefiero comprar un disco que salió hace 40 años, que uno que va saliendo apenas.

Uno de los discos que salió a  destiempo, con una música que no proponía nada, fue “Jumpin’ in the night” (1979)de The Flamin’ Groovies, que no es su mejor disco, ni el que más pegó, pero a mi me caló hondo. Su música no es un misterio, es rock and roll puro como se debe tocar, con energía, con ganas de revivir a los abuelos del género y darle una nueva perspectiva, porque se puede tocar lo mismo pero darle un significado distinto al original, o sea adaptarlo al propio contexto socio-histórico.

Entre las joyas que hay aquí, tenemos unos cuantos covers, de The Byrds, del gran Bob Dylan, y hasta de The Beatles, pero los Flamin’ las mejoran, la prueba está a un solo click. Así que compruébelo usted mismo

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