jueves, 23 de enero de 2025

El conjuro de los Nefilim


"¡Quien tenga oídos, que se fije y oiga! Yo callo: el lobo no está lejos de mí."

 Brant

 

Los diablos y verdugos, están esparcidos por millones en la tierra, se cree que es la naturaleza humana la que forjado sus corazones de fiera; la ciencia, y más específicamente, la etología y las más especializadas ramas de la neurociencia, se han inclinado bastante hacia un "determinismo ontológico", estableciendo de facto que, el universo es fácilmente abarcable por las más sesudas aéreas del saber humano. El miedo a la obscuridad, al azar, el pender de un hilo, son residuos del dolor que produce el nacimiento, y las pesadillas asolan diariamente a ésos diablos con el terrible recuerdo primigenio . Los límites del entendimiento humano, son apenas perceptibles, y los que rozan el horizonte, nadan en las inmarcesibles aguas de la locura. La magia negra es el resultado de la superación de la "ciencia exacta". Permítanme explicarme.

La alta poesía es, más que el acceso a las mieles celestiales y al terror celestial, una llave a los ignotos designios al que está destinado el género humano. La traza que hace el poeta de sus visiones, son como pinceladas de un niño, al describir el universo dentro de una hoja de papel. El Conde de Lautréamont, posiblemente uno de los más grandes poetas de la historia, en un frenesí bacanal, nadó, hacia mar abierto, contempló el asesinato de un tiburón, a manos de su pareja carnal,  una hembra tiburón, después hicieron el amor, y engendraron seres terroríficos, que viven en los abismos de los mares más remotos. "Los Cantos de Maldoror", no es sólo una obra literaria, es un testimonio en alta definición, de las vivencias de un iluminado, que vivió en carne propia, el ser un condenado en la tierra, al contemplar y sentir en carne propia el excelso mundo que nos gobierna, ¡a nosotros, los seres más ciegos del universo!

La isla descubierta en el Siglo XIX, por el Oficial Naval de origen británico, Maurice Vidal Portman, es posiblemente el descubrimiento más importante, después del descubrimiento del fuego. En efecto la Isla Sentinel del Norte, ubicada en el Océano Índico, posee los secretos más remotos de la existencia humana,  secretos que "la Ciencia" como la conocemos, no alcanzará nunca a explicar.

Si existe una raza superior, que nunca se ha mezclado con ninguna otra, es la tribu que habita la Isla. Se desconoce el idioma que hablan, no tienen ningún parentesco con las tribus más cercanas. Son hostiles a cualquiera que no sea de la tribu, los asesinan en el acto. 

Se cuenta que el Oficial Británico, después de ganarse confianza de los sentineleses, secuestró a algunos para llevarlos como animales raros al Viejo Continente. Craso error, además de ser engañado, (los  que llevó no eran propios de la tribu sino cautivos de otras) le lanzaron mil maldiciones que hasta ahora nos siguen castigado. Se sabe, por fuentes altamente confiables, que la tribu que habita la Isla, son descendientes de los Nefilim, los gigantes que eran el resultado de la unión de seres diabólicos (no humanos) con hembras humanas. El sabio Flavio Josefo, los menciona, como seres que asolaron a muchos pueblos, y fueron el terror de los judíos en la antigüedad. Se cree que fueron destruidos durante el gran diluvio con Noé. Se sabe que de la unión antinatural con algunos primates desconocidos, dieron nacimiento a la raza de los Sentinel, avezados primero en lo que conocemos como "Ciencia", evolucionaron después hacia la Magia Negra. En su gran viaje, Marco Polo, pasó de largo, evitó acercarse a la terrible isla, le contaron los nativos que eran caníbales; lo fueron, pero después se volvieron vegetarianos.

Se sabe que entrenaron a Buda, a Jesús y a Mahoma, ayudando a crear la mayor plaga de fanatismo hasta ahora, sólo por poner un ejemplo. En términos imprecisos se podría decir que son demiurgos del Universo que nos gobierna. Ellos educaron a Pitágoras de Samos para concebir su Armonía de las Esferas, sobre los sonidos del Universo, en perfecta sincronía, tanto tonal como matemáticamente , que son la base y la estabilidad del Universo, el resultado: el Silencio. Sólo audible para los iluminados. Los sentineleses, son capaces de producir disonancias fatales, a gran escala, en cualquier parte del universo, con el sólo soplar un hueso milenario.

A Screamin' Jay Hawkins lo entrenaron por diversión, y el loco lo mezcló con el blues que había aprendido, creando ésas obras maestras de la música popular. Ellos conocen todas la lenguas, pero nadie conoce la de ellos. Miles de años de hermetismo total, manejan el mundo y el sueño del resto de los mortales. Una de sus grandes habilidades es la manipulación del sueño de los terceros, sin importar la distancia geográfica. Se sabe que Jacobo Grinberg fue, durante su juventud, aceptado brevemente para ser entrenado, de manera laxa. Pero al enterarse de su avance, y del peligro que suponía al orden establecido, los sentineleses lo mandaron llamar, contra su voluntad; terminó reposando en el cardumen de almas negras que rodean la Isla, el cardumen del que bebió Lautréamont. Uno de sus experimentos fallidos dio como resultado el nacimiento de los Rockefeller, una deviación genética de una cruza con monos ovíparos endógenos (ya extintos desde hace miles de años). Un primitivo experimento, que estuvo guardado durante miles de años, y que terminó siendo olvidado, para después ser lanzado hacia el mar, ignorando que los "seres humanos creados", poseían una capacidad asombrosa para adaptarse y dominar seres humanos "reales".

Como en toda sociedad, hay una clase dominante, conocidos como Los Padres Sentileses, de sexualidad ambigua, y morfología desconocida, viven bajo tierra, se sabe que de vez en cuando salen a fumar una hierba autóctona, y salen a tocar unos instrumentos, en forma de vara, con arco de huesos, divirtiéndose de vez en cuando con hacer estallar el mundo con su  música. Una música que, sólo la fauna de las aguas abisales son capaces de detectar y de disfrutar.

 

 

 


 

 

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