lunes, 25 de marzo de 2024

Metamorfosis

 

" ¿Por qué luchan los seres vivos unos contra otros? La lucha es un proceso sempiterno en la naturaleza, y las pautas de comportamiento, así como las armas ofensivas y defensivas que les sirven, están perfeccionadas y se han formado tan claramente obligadas por la presión selectiva de su función conservadora de la especie que sin duda tenemos la obligación de plantear la cuestión darwiniana".       

Konrad Lorenz                                    

 

En un principio nadie protestó, las víctimas regulares eran unos pobres diablos: empleados del gobierno, amas de casa, clase trabajadora, y sobre todo gente en situación de calle. Imagina que comienzas a flotar, pero no puedes evitarlo, una nube de moscos te lleva en millones de patitas hacia lo desconocido, y por más que quieras, no puedes hacer nada. El caso que causó más morbo fue el de un adolescente, un influencer llamado "Mac anarcocapitalista", que como todos, vino de abajo, un pelmazo que se hizo rico diciendo estupideces en TikTok. Estaba felizmente subiendo una "historia", desde su lujoso departamento en la Torre Mayor, ubicado en la zona más exuberante del downtown, cuando una nebulosa de mosco irrumpió violentamente por el ventanal; cuando cogió su matamoscas ya era demasiado tarde, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba flotando sobre la calle paralela a su hogar. Su video grabó parcialmente lo sucedido. Recibió millones de likes después de eso.

Los demás casos sucedieron de manera parecida, sobre todo en la noche, cuando las víctimas estaban en la duermevela. Como suele suceder en casos extraordinarios, la mayoría de las personas creyó que era un invento de la prensa amarilla. Lo que prendió las alarmas de la ciudad, fue una manta que apareció sobre unas de las principales avenidas, rezaba así: por nuestros hermanos múridos (sic), al lado de los restos humanos de una persona sin identificar. Al llegar la policía estaban revoloteando miles de mosquitos, que parecían disfrutar de una francachela de sangre.

Ante la insistencia de la sociedad civil por esclarecer el caso, se consultó a un especialista en la materia. Quien determinó que, efectivamente, los mosquitos fueron los autores intelectuales y materiales del crimen; dictamen que se apoyó en una colaboración interdisciplinaria, consultando a las máximas autoridades académicas del país.

Lo que primero fue sorna y burla, pronto se convirtió en histeria colectiva, volaron los aerosoles anti insecto, y todo tipo de artefactos para atacarlos.

En un principio, se creyó que la frase escrita en la manta hacía referencia a los seres más maltratados por los humanos, las ratas y ratones (los múridos). Pero después, el especialista dijo que los mosquitos habían evolucionado no sólo en cuanto a lenguaje, sino que habían cobrado concepción ontológica del Universo. De nuevo las risas no se hicieron esperar, hasta que el Sumo Pontífice fue secuestrado por los insectos voladores, mientras daba gracias a Dios por un día más. Se dice que lo crucificaron días después, pero no hay evidencia de eso. Lo que sí es importante recalcar, es que después de su desaparición, un testigo dijo haber visto un ángel en su casa, o lo más parecido a un ángel, quien tocó la ventana de su departamento sosteniendo la cabeza del Sumo Sacerdote. Lo curioso de su declaración, es que supuestamente el ángel zumbaba, y no tenía cabeza humana, pero sus ojos eran penetrantes como de un santo, y de su hocico prominente rezumaba sangre.

Las "apariciones de ángeles" se volvieron más frecuentes, y los zumbidos cada vez más atronadores y altaneros, como si fuera a caer una bomba atómica. Pronto se descubrió que, gracias un milagro de la naturaleza, los hombres mosco eran ya una realidad, y eran esclavos de los moscos primigenios. No se sabe si por alguna cuestión de radiación, o de una blasfemia mal dirigida contra el creador, pero ahí estaban, esperando dejar caer el telón de la dominación humana, bajo los nuevos principios de la destrucción sin precedente, en términos sociológicos, las consecuencias  no previstas de la acción humana.

La monótona melodía que abrió paso al milagro fue, en un principio ensordecedora, después de sumisión, de aceptación milagrosa, los ángeles insecto fueron tomando a las hembras para violarlas en medio de una multitud ensordecedora, incrédula, y a la vez, esperanzadora. El principio de una nueva raza había comenzado. Ni siquiera las armas más letales lo pudieron contener, el Presidente de la Nación más poderosa lloró ante tal milagro,  la Meca fue vilipendiada por los antes creyentes, los de ojos rasgados sepultaron sus antiguas y milenarias costumbres. Los habitantes de todas las partes del globo terráqueo sucumbieron a la inevitable destrucción de la civilización, todo fue lloriqueo, placer, una misa encarnada, los cielos se poblaron de manchas obscuras y los "ángeles" ya no usaban sólo la fuerza (cada vez menos necesaria), sino sus enormes falos, que eran también el cetro de la nueva humanidad; de ahora en adelante, el ganado humano sólo serviría a los obscuros intereses de los mosquitos gobernadores. Y sí, la melodía que escogieron esos infames seres, fue una interpretación mezquina de "Metamorphosis" de Philip Glass.

Los en un principio ignorantes hombres mosco, pronto desarrollaron una inteligencia superior, y al cabo de unos pocos meses, se escuchaba poesía  de altos vuelos, en la pantallas de anuncios se leían cosas como ésta:

"Tomando del contrato social solamente la obligación de demostrarse a sí mismo y experimentando en sí mismo que la guerra sólo se puede declarar a uno mismo, que se puede devastar sólo el propio territorio, que está en la cabeza, con su vida no sólo demostró que la explotación del hombre por el hombre es parte del pasado, sino que abolió en nombre del explosionalismo artístico incluso la lucha de clases, porque se puede vivir en paz a expensas del universo y de uno mismo"

Bohumil Hrabal

 

Curiosamente los parámetros sociales de dominación cambiaron radicalmente, no por el aumento del suicidio colectivo, sino por una fe religiosa en el vampirismo onanista, entendiendo por ello, lo que cada uno quiera entender...

 



 

sábado, 10 de junio de 2023

Beodos del Honky Tonk

Fue a unas cuantas millas de Memphis, un garito llamado Mayflower, -jejeje qué descaro-, donde chicas con los senos a punto de reventar de sus blusas nos servían whisky barato. Ahí entramos Jerry Lee Lewis y yo, unos meses antes de su aventura por el Reino Unido, donde unos ingleses mojigatos se ofendieron porque el de Luisiana sacó su peine de forma altanera, para echarse el copete para atrás, le gritaron -¡Maricaaa!-, para después ofender al respetable con esos sonidos del infierno que le sacó a su piano.

Ahí estábamos,  mientras Johnny Burnette tocaba con su Rock and Roll Trio, dándole a "Hound Dog", con ira incontenible, el bajeo hillbilly de Dorsey Burnette, y la guitarra desgarbada pero potente de Burlison como soporte de los gritos callejeros de Johnny.

-trae ese micrófono para acá- gritó Jerry Lee, -tráelo que tengo algo muy importante que decirles a todos-, dijo, mientras terminaba el número de los Burnette.

De su saco, salió una biblia barata y vociferó -Se anulará el pacto que hicieron con la muerte, quedará sin efecto su alianza con el sepulcro, cuando venga la calamidad abrumadora, a ustedes los aplastará, está en el Isaías veintiochooo!-

En medio del silencio desconcertante, se escuchó un gemido, un rumor, al fondo de ese telón de humo que no permitía ver más allá de dos metros. Acto seguido se sentó al piano, y de una patada hacia atrás sacó volando el banco con furia y determinación, y aporreó su instrumento con "End of the Road".

Por ahí alguien lanzó una pantaleta que fue a dar a la cara de Jerry Lee mientras terminaba su canción, pero él la arrancó con violencia y gritó -Maldita sea, tengo al diablo dentroooo!- y continuó con el profano tema "Great Balls of Fire". Créeme estimado lector, lectora, aquello fue como si alguien hubiera encendido el lugar, como si el gas ya estuviera circulando, flotando, esperando que alguien encendiera la llama, todos sentimos ese rumor a incendio. volaron vasos, botellas medo vacías, gritos, alaridos de placer. Tuve que resguardarme debajo de la mesa por seguridad con mi botella de bourbon. Cuando terminó, Jerry Lee le gritó a alguien -¡Chúpame esta negro!- pero oh sorpresa, -¡A tomar por el culo redneck! respondió alguien.

Imaginé que Jerry Lee se volcaría como una fiera hacia aquel valiente que le respondió, el tipo era el mismísimo Chuck Berry, pero por la sorna en su sonrisa, supe que era de broma, precedidos por una risotada compartida, se abrazaron y dijo Chuck -Regreso, voy a mear-. Al abrir la puerta del ¿sanitario? estaban los hermanos Burnette debatiéndose a puñetazos, con las manos ensangrentadas.

-Con permiso camaradas- dijo Chuck para pasar a orinar.

Regresa Chuck, coge su guitarra, comienza con el riff escandaloso de "Johnny B. Goode" y parecía como si el gentío se duplicara, gritos de dolor, de placer por doquier, blasfemias y lamentos. Al terminar, lleno de sudor y con los ojos como platos dijo -quiero que se unan conmigo en esta canción, ya sabemos que tenemos pase automático al infierno... ¡Hey tú Jerry, tú mocoso, que no sé quién demonios seas (dijo dirigiéndose a mí), vengan-!

En eso vi que Bill Black estaba por ahí, el famoso contrabajista de Elvis, y ya estaba tocando su instrumento.

-Cantarás "Drinkin´Wine Spo-Dee O´Dee- dijo Chuck dirigiéndose a mí.

-Pero estoy hasta atrás Chuck- Espeté

-No importa, saldrá mejor- dijo

-Bueno- le contesté  confirmando con mis hombros que no me importaba.

Así tocamos la que originalmente se iba a llamar "Drinkin´ Wine Motherfucker", y fue como si el espíritu de Stick McGhee estuviera presente por ahí. Los Burnette trío se unieron al coro y guitarras, y yo cantaba como podía; mi corazón estaba a punto de reventar, como si ese Rhythm & Blues endiablado me estuviera carcomiendo mis cables internos, el fuego era incesante, y el whisky mi salvación temporal, y  mi perdición futura.

En un momento de éxtasis alguien prendió fuego al piano, y aquello se convirtió en un aquelarre, no sé si fue Jerry Lee, pero todos adoraban al instrumento en llamas, las guitarras sonaban chirriantes, como un preámbulo a lo que haría Jimi Hendrix casi una década después.

Cuando desperté, estaba al lado de un río, con una paz pasmosa como compañera, y un mosquito enorme vomitando mi sangre, porque las cantidades industriales de alcohol que ingerí ofendieron a la misma naturaleza. Lo que más recordaba de aquella noche,  al despertar, es que alguien gritaba insistentemente -Que se joda el Grand Ole Opry!

 

 


martes, 29 de noviembre de 2022

Placeres Terrenales

 Tenía la impresión de encontrarme en una cueva en el mismísimo borde de la futura civilización en compañía de los nuevos cavernícolas cerebrados, un anticipo de los siglos venideros.

Norman Mailer

Después de recibir las gracias por suplir brevemente al batería Ringo Starr, durante la primera gira importante de The Beatles, Jimmie Nicol fue puesto en el aeropuerto con lo que sería su maleta, pero en lugar de ello le pusieron un estuche de guitarra. Mientras esperaba el avión en Melbourne, notó que el estuche hacía ruido, pero lo atribuyó a una crisis nerviosa, una resaca posterior al sueño de ser un Beatle por unos días. 

Más tarde, durante el trayecto que hizo en el Ferry (necesitaba un buen paseo marítimo), al pasar al sanitario, abrió el estuche por curiosidad, ni siquiera notó que no era su maleta, hasta minutos después de que salió del estuche una momia que databa del siglo XVIII, el diminuto ser que salió del estuche-tumba, se desperezó, y saludó a Jimmie, con un saludo de nariz. Sacó su cajita de rapé y le ofreció a Jimmie un polvo aromatizado, como recién salido de las orejas de Dios. Aspiró el cuasi tabaco que fue moda por aquélla época y viajó casi inmediatamente a otro lugar, un lugar extraterrenal, metafísico. Decir lugar suena demasiado racional. Con ojos de plató escuchó que el ser minúsculo dijo: es la Casa de Swedenborg, estamos en Júpiter. Los Arcanos Celestes brindan por ti.

Por un milagro de la ciencia-religiosa (válgame el oxímoron), el ser que emergió de aquél artilugio resultó ser un discípulo de Swedenborg, el ilustre Filósofo Místico Sueco. Le contó todo. El señor Swedenborg nos legó a este ser ¿humano? que sobrevivió en este estuche-tumba de fabricación casera, Lo arrojó al Mar Báltico, y de ahí viajó por el Atlántico ¡por más de 200 años!

Una casa de madreselvas vivientes le daban la bienvenida, le acariciaban, y le respondían a los estímulos más inmediatos, no era precisamente una casa, sino un enmarañado de plantas que en conjunto simulaban cierta coherencia espacial, de la que emergían formas luminosas de colores muy expresivos, pero melancólicos, como una pintura de Monet, con la melancolía  de un Degas. Con su peluca dieciochesca salió Emanuel Swedenborg de la casa, lo saludó con camaradería, y contó que el mismo polvo que había aspirado y le había causado unas risitas nerviosas, era el mismo polvo que él había dado a los más grandes músicos de la historia. Ahora él, sería uno de ellos.

El homúnculo que le llevó hasta allí, le comunicó algunos avances de la batería que serían patrón y vanguardia en su quehacer musical pop. Le mostró el astrolabio de avanzada, de fabricación de manos del mismo Swedenborg, hicieron cálculos, soltaron risotadas, saludaron a los habitantes de otras galaxias, conoció los planos de la Ciudad de Dios, saludó al gran Fidias, y le mostró la maqueta del gran proyecto colectivo.

Comprendió que el dolor nunca desaparece, se anestesia con la Música de las Esferas, como descubrió el gran Pitágoras. La musicología como una rama de la Filosofía, de acuerdo al Magister Musicae Hesse; sí, Hesse no era escritor, era músico  consumado, disfrazado de escritor, de redentor espiritual de la época. Los estorninos crepusculares volaron en fila, uniformes, hacia una luz que desafiaba los axiomas ópticos, de reflexión. Una paz llegó a su corazón, y reflexionó, y sonrió, comprendió que los días con The Beatles fueron grandiosos, pero eran nada, comparados con la música que salía de aquella tierra bendita, de aquella casa-luz-hogar, que habitaba Swedenborg; la casa de los Iluminados.

Pidió permiso para regresar unos años más a la tierra de la aflicción y la desdicha, pero antes escribió en una hoja de papel luz: "¡Te saludo!, ¡oh mente!, ¡oh tesoro celestial de los afligidos y los corazones excelentes!, bendice mi muerte, y resucitaré en aquéllos rayos de luz efervescente, Lux In Aracana, principio de realidad, ¡misterio develado al compás del disfraz solar!"

Al terminar, se arrojó al agujero que le llamaba, sin temor, ni nostalgia. regresó con sus amigos los mortales. Olvidó su copia del With The Beatles en casa de Swedenborg.




lunes, 8 de agosto de 2022

Pajeros del Metaverso

Es como si no fuera yo, y a su vez, como si

No pudiera ser otro YO

Una bala en el silencio del desierto, una gota de agua

(desfalleciendo)

Un descanso eterno que se prolonga en el

Ojo del muerto héroe con jubón y coleto.


Algún día, reflexionando sobre la naturaleza de mi carácter, llegué a pensar que los libros y la música lo habían forjado. Craso error, fueron algunos momentos de mi niñez, que las lecturas sólo se encargaron de reforzar, moldeando y reafirmando mi personalidad prefigurada. A veces las desgracias forjan el carácter de las personas, en mi familia materna viví de cerca la desgracia familiar; la ceguera de mi abuelo para empezar.

Mi abuelo perdió la vista a una edad madura, y no se inmutó, para él fue como perder un zapato, sólo siguió caminando, a mi abuela la atropelló un imbécil y la dejó inválida de por vida, y ella se dedicó, a partir de entonces, a arreglar su cajón, que contenía cosméticos y estampas de santos, donde merodeaban las cucarachas de la casa, siempre decía que sus nietos éramos guapos y buenos, que la gente de fuera era mala y malvada. Su desconfianza hacia los extraños era proverbial.

Mis abuelos maternos  eran originarios  de un diminuto pueblo llamado Buenavista de Cuéllar, ubicado en el Estado de Guerrero, en los límites del Estado de Morelos, donde se cuenta que echaron a la gente de Emiliano Zapata, cuando se querían llevar a sus mujeres. Para mí, ir a ese pueblo, era como Michael Corleone cuando viaja a Italia, un reencuentro, un volver al seno, a pesar de no conocer mucho de ahí; todos eran amables, inocentes, gente bonita y buena. Ahí vivían las hermanas de mi abuelo, Bertha, Luz y Tonchi, que nunca se casaron, eran como monjas, de sus labios solo emergía paz y solemnidad, a pesar de sólo tener la educación primaria, parecían tener un conocimiento de vida amplísimo. En la casa de repente aparecían tarántulas y la tía Bertha las mataba con una escoba, como si fueran mosquitos. A diario se respiraba el fervor religioso, una tenue melancolía por Jesús Nazareno. Mi abuelo se llamaba Jesús, y una vez me contó que le iba a dar un machetazo a un señor porque no le daba agua, pero resultó que era un fantasma. Las apariciones eran frecuentes en el pueblo que, condenado al olvido, debía crearse sus fantasías y temores locales, no por una necesidad sociológica, sino temperamental, psicológica.

El mayor orgullo de la familia era un miembro que llegó a ser presbítero, un sacerdote misterioso (al menos para mí), que se dice los ayudaba económicamente, y era muy devoto; nació con ello. A diferencia de su hermano sacerdote, mi abuelo era diestro en imponerse a quien fuera, de manera sutil, con elegancia, a pesar de su rústica educación, su manera parca y racional de decir las cosas le ganó el aprecio de muchas personas, era capaz de darle una patada en las bolas al Presidente si se lo merecía, sin más explicación que el sentido común y la justicia, acompañado de un sentido divino de la misma.

Le agarró el gusto al jazz, que escuchaba de un cassette en su grabadora, después de escuchar su radionovela "El derecho de nacer".

Nos legó el sentido común, para quien lo quisiera tomar. Yo rogaba a Dios porque recuperara la vista, y porque mi abuela volviera a caminar, hasta que me cansé de rezar, sentí el abandono de Dios en la escuela básica, que para mí fue un infierno. Mi abuelo nunca aprendió a conducir, pero sabía montar a caballlo, mi abuela sí aprendió a conducir un vochito, pero, después del accidente automovilístico, y  con su problema de diabetes se perdió en un abismo de dolor y demencia del que no regresó. Sin embargo, de repente recordaba nuestro nombres y nos besaba y abrazaba como si no nos hubiera visto en años.

Cuando mi abuelo falleció sólo dejó pagada la renta de la casa, y unos cuantos objetos personales de poco valor, tal como lo hubiera hecho un ilustre filósofo, se fue sin deudas, y evitó la disputa familiar; sin propiedades no hay problemas.

Por aquellos años, o un poco antes tomé conciencia de mi tío "enfermo", dicen que lo envenenaron, porque no se quiso casar con una mujer que se encaprichó con él. Yo debía tener unos siete años cuando me contó sobre el día que se arrojó desde un segundo piso, me lo contó con una sonrisa sardónica y unos ojos extáticos, una voz le llamaba, amigablemente, se asomó a la ventana y un señor de sonrisa bonachona, le dijo, ven, tal vez fue el Diablo en persona, porque lo convenció, se aventó, y después de rebotar sobre unos cables cayó sobre el toldo de un automóvil estacionado, a partir de ahí, lo declararon "loco".

Más que un sumario de acontecimientos, quise poner sobre la mesa mis mayores influencias en la vida, y acontecimientos que considero relevantes para el desarrollo de mi ser. Como esa vez que me salí de mi cuerpo, y una fuerza tremenda me absorbía hacia el infinito. El desdoblamiento astral fue para mí la revelación de un misterio, una confirmación de la futilidad de la vida material, un ocaso del sueño humano, como si fuéramos una coma en el tomo de una enciclopedia enorme.


Mundos Imaginarios:

La mayoría de las personas pueden cumplir sus sueños, la mayoría de esos sueños son simples y terrenales. Obtener un buen empleo, tener esclavos a su servicio, comer platillos exóticos, aventarse en paracaídas, etc. es decir, sueños vulgares y corrientes. La democratización de la vulgaridad llegó de la mano de la medianía del gusto y las expectativas a nivel mundial. A nadie sorprende que un don nadie, de la noche a la mañana se convierta en un gurú empresarial, y tal vez en un exitoso youtuber que da consejos sobre superación personal y emprendimiento. Mismos gustos, mismos peinados, tatuajes, misma palabras, ¿quién no ha dicho "yo me vendo"? Las ventas son un pretexto de la humillación autoinfligida. Líderes vacuos  y predecibles, canciones cada vez más básicas y sencillas, ahuecadas, dictadura del entretenimiento por streaming, cabezas limitadas y miméticas, números y dinero fácil, catapulta de imbéciles sin autocontrol, Estandarización del conocimiento.

La mayoría de las personas basan sus creencias últimas en su confort diario, un día adoran al Diablo, otro día a su dios, pero casi siempre se hacen los listillos que pueden vérselas por sí mismos, hasta que la desgracia cae sobre su persona, entonces todo se derrumba, y con el alma lacerada y mancillada se vuelven dignos corderitos de una película cursi y ridícula. Cada vez es más difícil encontrar a una persona auténtica y soñadora, un ser enquistado en el devenir incierto, capaz de sondear el infortunio y regresar con una carcajada en una mano, y con el corazón destrozado en la otra. Al contrario de lo que se pensaba antaño, ya no es difícil la comunicación entre dos individuos, ni entre naciones. Nada es más fácil y automático que la comunicación entre idiotas y mezquinos.

 

A veces extraño la Guerra Fría, ese mundo imaginario que nos sumergía en fuerzas creativas, para bien o para mal. La insensatez y la soberbia lujuria del timonel orgulloso e impredecible, la posibilidad de otro devenir, la promesa del cambio, una obra de arte escandalosa, un disparo que proviene del abismo; ahora nosotros somos el abismo, tirando dardos a una pared de fotografías horrendas.

Prefiero ser un idiota, un perro apaleado en este teatro del absurdo, ser absuelto por estupidez y no premiado por complicidad. Yo me largo, tal vez en otra vida regrese como Jesucristo o el nuevo Jimi Hendrix, lo más seguro es que reencarne en cucaracha, es para lo que estoy entrenado. De cualquier manera les quiero dejar un lindo recuerdo. Si alguien lee estas líneas, puede estar seguro que, éste que escribe no fue un rajón ni un cobarde, si me ponen de frente con el Creador le daré duro con el puño cerrado. No me considero un vagabundo, pero en tiempos de canallas ,más vale no deberle nada a nadie.


Estas fueron mis últimas líneas, antes de volarme los sesos, y unirme a los Pajeros del Metaverso, organización psicoastral- postmortem encargada de colectar y rescatar escritos que nunca salieron a la luz con el único fin de darlos a conocer por cualquier medio a las conciencias cooptadas por el Vurt (Jeff Noon reloaded). La organización me pidió que lo publicara por este medio, yo vengo del futuro, sólo de visita jeje.

Nos vemos en el infierno chaval, te traes un disco de Robert Johnson.




 

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 9 de febrero de 2022

Drake el cerdito valiente

Veo a una juventud desesperada, avocada en construir un espantapájaros con los restos de un pasado romántico, los veo convertirse en líderes, en remedos de empresarios, emprendiendo tareas ridículas, poniendo su ladrillo para un futuro que no les pertenece.

Déjame decirte algo chaval, comencé a ser feliz cuando dejé de competir, cuando me convertí en un atleta del conformismo, un arma letal contra el capitalismo Avant-garde. Fracasé como ciudadano, pero no como ser humano, siempre se puede caer más bajo, Dios nos bendijo con esa condición.

No hay nada más simple y llano que la muerte; a su lado, un diminuto punto negro es un escándalo barroco, no temas a la caída, el barril no tiene fondo.

Es el tiempo de los viejos, viejos por doquier dando órdenes en todos lados, hasta en la maldita almohada, pero sabes qué maestro, estamos solos en el universo, limítate a tu propio tiempo, estamos desapareciendo, y en cuanto a los viejos no les hagas caso, no importa que sea el viejo número uno, sabes a quién me refiero, al que organizó todo esto. Necesitamos más jóvenes enamorados, de esos suicidas que amanecen colgados en un puente medio despintado, ¿alguna vez has entrado a un manicomio? Jajaja pero a los de verdad, no a esas iglesias llenas de suicidas sin pelotas, exacto, necesitamos pelotas para cargar con este peso de tiempos apocados.

Y antes de que te vayas chaval, no te creas que no te escucho, pero créeme, la verdad es transitoria, en un par de horas estarás follando con esa chica que tanto te gusta. Así como los perros, follan, se van y salen a buscar comida, pero nuestro alimento no es solo terrenal, creo que tú me entiendes...

Esas fueron las palabras  que Drake guardó en su joven corazón . Nació cerdito, pero las palabras de el señor León le conmovieron hasta las entrañas. A pesar de todos los privilegios que mecieron su esperado nacimiento, a temprana edad se decantó por las buenas causas, y la duda fue su moneda de cambio ante cualquier situación mundana y metafísica.

León, el jardinero, fue ejecutado cuando se negó a participar en las faenas diarias, nunca intentó enmendar su error. Los demás animales de la granja fueron testigos de su muerte, y no dudaron en ponerse a trabajar. Lo acusaron de bestialismo, cuando se le vio hablando con los animales. Pero Drake, el cerdito valiente, no cedió, y derribó de un empujón a su amo. Todos lo tomaron a broma, y lo "castigaron" colgándole la medalla de "miembro distinguido" de la granja. 

Los padres de Drake, cerdos de raela, eran ampliamente reconocidos en todo el país. Sus dotes para la crianza y las buenas maneras eran imitadas por los demás cerdos, que se regocijaban por su buen gusto a la hora de elegir el lodo. La esmerada educación que le proporcionaron a Drake se hacía evidente a la hora de presentarse en público, el hocico orgulloso, que apuntalaba su sagaz mirada, era el remate perfecto de su osada personalidad, siempre al acecho del error y la mentira.

Drake era consciente de su elevada posición dentro de la granja, de sus privilegios inauditos, como el comer en la mesa con sus amos, los señores de la casa. Y su pensamiento se debatía, entre la justicia y el honor de pertenecer a la alta sociedad animal. 

Cada día se hacía más pesado, cada respiro era un gesto de hipocresía, y cada privilegio era una serpiente en la boca, buscando salir hacia el exterior. Cada mimo era una falsa moneda, que hacía palidecer su honor, así que, un día cualquiera, en vez de mostrar su rosado trasero a los invitados, decidió arrojarse al arroyo que circundaba la granja, no gritó ni gruñió, pero a pesar de todo, nunca pudo quitarse la medalla de "Miembro Distinguido".

Todos creyeron que fue un accidente, sus amigos cerditos aún creen que deseaba convertirse en el numero uno de la estirpe animal. Nadie fue capaz de ver su sincero heroísmo trágico, tal vez porque sus pensamientos siempre reposaron sobre lujos materiales. A pesar del disgusto y el asco hacia los privilegios, jamás los abandonó para sumergirse en el fango de la mendicidad y la mediocridad existencial. Su capacidad para distinguir el buen lodo nunca fue mermada.

Lluvia de verano que en sueños galopa

Soles aguados y cristales de salvia

Finiquita tu ojo pardo, gallardo

Y encuentra, entre todo el holocausto

¡El susurro del canto anunciado!

Fueron sus últimas palabras, grabadas sobre una vieja hoja de papel. Drake, aunque rudamente, sabía escribir.




 

jueves, 30 de diciembre de 2021

El Nische

 

Bestias sulfurosas roían sus pensamientos más profundos, soñaba con despertar en algún palacio romano, litigando contra Dios o contra el Diablo, mientras su espíritu se elevaba hacia horizontes eternos. La noche caía dulcemente y el solaz veraniego era un delicado descanso, en recompensa por la planeación y ejecución de las ideas más robustas y soberbias de su post-humanidad. Más bien, cabría hablar de su pre-humanidad, porque no  se puede considerar humano a quien piensa como fiera de caza, y vive al compás de los instintos más profundos, mientras su cabeza se mece entre regazos de bestias innombrables.

El invierno era su estación favorita, los témpanos eran más bellos, más adustos y fríos.

El ocaso era un sueño cercano, cada vez más cercano, cada pensamiento calibraba sus ideas más firmes, las ideas de una revolución de espíritu, un zarpazo ético de corte nietzscheano, pero basado en una dieta estética de estricto "filosofismo" material.

Los Ángeles lloraban cada vez que sus pensamientos contaminaban sus plegarias; el mismo Lucifer vaciló cuando vio que sus sueños eran superados en majestuosidad por los de Varg Vikernes. La razón se convirtió en un pretexto de su osadía y el black metal en un vehículo de su pantone ideológico-musical.

Noruega fue su patria, pero el infierno fue su hogar. El frío templaba sus emociones, asegurando una razón griega clásica con adornos escandinavos. Las runas que desfilaban en su pensamiento en realidad eran saetas del más allá, un grito lejano de desesperación, un intento por salvar el vacío interior.

Sus ojos de alabastro veían pasar la vida en cámara lenta, un soplo de coníferas vacilaba al pasar por sus orificios nasales, y su imaginación desplegaba sus alas para irse a lugares ignotos, lugares bellos y desconocidos ¡Oh sabiduría, oh esplendor de ecos livianos, fortalezas de oro que encubren al que reposa su cabeza en los trazos de Solón!

Pero cuando uno se decide a "la vida", tiende a forzar los lazos de la comunidad y la moralidad, provocando no sólo una convulsa tentación de "vivir", sino un torbellino de ideas que se expresa casi siempre, con la misma humanidad del que evoca las pesadillas del inferno.

Su natural pragmatismo y euforia espiritual lo llevó a involucrarse con el inner circle. Los incendios de iglesias llegaron pronto, de repente la noticia salió en los principales diarios del país. Estuvo preso por ello; pero ello era un simple juego de niños, incluso el asesinato de su amigo de andanzas musicales; después de todo, no fue tan difícil asesinar a un burgués disfrazado de rebelde.

Con su liberación, fue a probar suerte en tierras más hostiles y salvajes.

Por azares del destino terminó en una cárcel mexicana, por un delito común en el país: violar y matar a una menor de edad a cambio de una cantidad ridícula de dinero.

Después de asesinar a su compatriota creyó conocer los terrores más furibundos de los hombres. Craso error, la brutalidad y la bajeza no tienen fondo, y lo pudo constatar durante su corta estadía en el penal conocido como Almoloya de Juárez.

La ideología burguesa ha conquistado el corazón de los ciudadanos de países desarrollados, al punto de creer que los valores éticos son universalmente compartidos, que siempre habrá un atisbo de razón, una luz que ilumine el fango, aún  cuando seamos conscientes de haber roto el pacto social.

Como sucede siempre en los países menos "civilizados", la justicia tiene un precio, y en un principio, Varg se negó a pagarlo, confiando demasiado en su fortaleza moral y física.

Aun el haber violado y matado a una niña le daba una posibilidad de salir impune en este país chabacano. Sin embargo, su corazón triunfante anhelaba conocer a esas bestias de la humanidad, esos homúnculos brutales  que habitan las cárceles mexicanas.

El natural desprecio que sentía hacia las culturas inferiores, se transformó en un amor, no idílico, sino fatal.

El sueño se confundía con la vigilia. Desde su llegada al penal se convirtió en la prostituta favorita de presidarios sin piedad, que le llamaban "la nische", seres desalmados que lo obligaban a usar minifalda y moños de colores. Lo sometieron sin dificultad, decían "mira a la güera, está bien sabrosa" "presta pa' cá", "a ver mi amor te habla el pelón" y demás bajezas dignas de un calabozo de perros sarnosos.

La primera vez que se resistió fue terrible, lo atravesó un palo de escoba, y ello no fue como un honorable empalamiento medieval, sino una grosera falta de respeto a sus partes más nobles ejecutada por las gentes más groseras y estúpidas de la estirpe humana. Su orgulloso orificio anal fue perforado y atropellado por los miembros más sucios y salvajes. Tuvo que sentir la fuerza bruta sobre su humanidad. De un golpe derribaban sus ideas más celestiales. Un galope impetuoso de golpes con fierro y cadenas salpicaba de sangre el cuarto donde supuestamente estaría a salvo. Nunca conoció jerarquías, porque él estaba en la base de la pirámide, como si fuera el miembro menos deseado de la comunidad, no sólo por haber negado al soborno, sino por su presuntuosa intelectualidad.

Su pre-nazismo se transfiguró en pre-cristianismo, una evocación de culpa y horror. Por primera vez las lágrimas poblaron su semblante, al sentir que le arrancaban su pija a mordiscos obscenos, mientras lloraba sin interlocutor; sólo contaba con las risas de los espectadores. Los reos más infames de la prisión se carcajeaban sin piedad.

Sexo, violencia, sudor, semen y música banda; su nariz y sus ojos se acostumbraron a la putrefacción que asaltaba su cuerpo. Su cara deformada daba cuenta de la vileza en que cayó.

Lo habían matado por dentro, por fuera solo era un pedazo de carne blanca, pálida y miserable, sus ojos ya no delataban soberbia sino asombro y terror. Sus libros, estaban llenos de cagada ajena, sus trastos orinados y su ropa lustrada de excreciones humanas. Así vivió un par de meses, el hombre que soñó con el despertar de una Europa pagana. Hasta que rogó a sus abogados que sobornaran a todos los que fuera necesario.

Después de salir de aquél infierno tropical, le quedó grabado un recuerdo con cincel. En su peor día de estadía, (porque aún cuando el día es malo, siempre se puede poner peor. Schopenhauer dixit), cuando un obeso de ojos rasgados lo penetraba, mientras tocaba una banda de metal extremo (por el aniversario de la prisión, que ofrecía un día de campo para la comunidad) escuchó que se llamaban Brujería, y tocaban el extraño tema "Matando Güeros". Entre el dolor, el lapsus intelectual  de peyote y los riffs de machete, sintió que vislumbraba una nueva verdad. La antigua fuerza bruta; pero no la concibió como antes, sino en todo su sentido visceral, como un navajazo inesperado en la yugular, mientras se degusta un buen platillo en algún buen restaurante.

¿Has sentido el miedo como en tu primer asalto a mano armada? ¿Has sentido el genuino odio sin razón de tu vecino? pues ahora multiplícalo por 100 y dale la bendición del Papa, y ahí tienes un bocado de sociedad.

 



lunes, 12 de julio de 2021

El Paraíso de los hombres-rata

 Al cuerpo como al espíritu hay que flagelarlo, para que cuando Dios nos declare la guerra mínimo podamos mirarlo a los ojos

 

 

Aquella frase fue mi tatuaje de graduación, cuando caí en esa nueva sociedad; fue ejecutado por la máxima autoridad de ahí, "El Sombras". Dicen que se arrancó los ojos como Demócrito, y aún así ejecuta los tatuajes a la antigua usanza, como los románticos prisioneros de las antiguas cárceles en los estados  fronterizos de país.

Nunca lo conocí, porque fui sometido por decenas de brazos y "tentáculos" al punto de perder el conocimiento. "El Sombras" o "La Sombra" es Dios en las cloacas. Los hombres-rata son los ciudadanos de la polis underground.

Es como la sociedad civil de Hegel, pero su sentido ontológico está fundamentado en el tráfico consensuado de las baratijas que caen de arriba. No es la autodeterminación del individuo que se corresponde con el telos de la razón, sino el resultado por reconocimiento del callejón sin salida que representa la supervivencia más laxa y nata.

La fuerza inescrutable del destino lleva a los hombres a tomar las peores decisiones, sin embargo, aunque pudiésemos saber lo que nos depara el destino, seguiríamos tomando el camino erróneo, porque el exabrupto es el combustible de la vida, la causa y el meollo del asunto esencial, del mortal contra el Creador.

En un arranque de locura, al ver que la Pandemia no llegaba a su fin, decidí irme a vivir a una coladera, pues después de un recuerdo de la niñez, mi memoria reconoció el lugar donde vi que salían y entraban personas como si fuera un departamento más.

Por extraño que parezca, a mi llegada nadie paró mientes en mi nula presencia, al bajar, después del golpe olfativo a podredumbre, vislumbré un banquete de unas 10 personas que compartían el alimento con las ratas. Las "ratas" es un decir, porque más allá de sus extremidades obvias, y la pronunciada quijada de roedor, aquellos seres de tamaño monstruoso gruñían y parlaban como seres humanos, incluso se hacían bromas, reían y se abrazaban. Los hombres-rata les dicen, y nunca salen de ahí, viven en comunión forzada con sus hermanos los humanos. Me atrevo a decir, que esas horribles creaturas fueron el resultado derivado de varios intentos infructuosos de copular con humanos. La naturaleza siempre tiene un as bajo la manga, y la ferocidad de sus hijos se corresponde con su astucia para violar las reglas básicas de la genética y la probabilidad morfológica y anatómica.

"Hola" les dije, y de inmediato me señalaron, unos se comenzaron a reír como si hubiera hecho una ridiculez, otros seguían devorando su nada apetitosa comida, que parecían tripas de gatos sin cocer.

Cuando desperté vi que todo había sido una pesadilla, los hombres-rata no existen, es decir, son seres humanos comunes, vapuleados por la dureza del medio ambiente donde viven, pero la natural propensión a los sueños más forzados, sometió mi imaginación para que mis ojos vieran en tales seres, una figura de roedor. En realidad, son los animales que más se parecen a los humanos. Si quieres conocer la sociedad y el alma humana debes volverte un experto en ratas. Palabra de teratólogo.

Fui aceptado en la sociedad porque al igual que todos los demás la decisión de llegar ahí fue por voluntad propia. Y la mayoría tiene a cuestas una historia terrible que contar, aunque los hay como yo, que simplemente decidieron buscar nuevos aires, y darle un respiro a su alma corrompida.

El Sombras se casó con Esperanza, una dulce mujer que falleció después del parto, su retoño se llamó Ego. Ego fue asesinado por su hermanastra llamada Locura. Sombras se arrancó los ojos después de la tragedia, y con el tiempo aprendió a ver con las palmas de las manos, (se dice que él le enseño a Jacobo Grinberg). Perdonó a Locura, su hija no reconocida. La mandó a estudiar allá arriba. Dicen que desempeña un papel importante en la Función Pública. Los miembros de la comunidad (o ¿Sociedad?) de los hombres-rata temen su regreso.

Dicen que Locura siempre  pierde la noción del tiempo y el espacio en las cosas más profundas. Lo cierto es que Locura tiene asuntos más importantes que atender como para regresar al nido que la vio nacer. Su madre, Melodía, lleva años desaparecida, pero a veces algunos miembros dicen escucharla cantar en sueños, casi siempre llorándole a su hija.

La anterior historia es un relato conocido por todos, pero la historia de cualquier otro miembro  debe ser interesante por sí misma.

Un día, sin querer, me tropecé con unas hojas, de las que apenas pude leer algunas frases, transcribo tal cual, aunque algunas palabras son de mi autoría, por lo ilegible del documento:


Soy Víctor Landeros Sánchez

actualmente travajo en jardinería

pruebo las plantas ami cuidado con sus cabesitas de bebé o me las como cuando se portan mal yumi yumi, mira como se mueven

Mi aspecto espanta a todos pero soy buena persona

aller le di de comer a los palomos

voy a ver la tele un rato

no mejor no mejor voy a ver a mis siclidos que ya estan jugando

tomen su beta  jijijiji cómanlo amigos jajaja

 

 

recuerdo cuando trabaje en la oficina cuando puse cianuro en el garrafón jajaj

que estúpidos son los humanos,

Si no se hubieran reido de mi cabello

si me tardé una hora en cortarlo con las tijeras de la escuela,

jaja las que le clavé a mi ratonsito

Te lo merecias ratonsito de biblioteca

Ah  cuando trabaje en el departamento creativo de Sueños Salubres Co.

yo ayudaba a enlutar pesadillas baratas a precio de ganga, jaja que loco

Yo mismo las probé jajaj y sugerí que hacía falta más neblina y susurro de voces ancestrales yujuuu!

Me corrieron porquese me pasó la mano y algún clienteque andaba en busca de experiencias insólitas se la tomó jajaj pendejo

Yo guardé mi propia pesadilla enlatada

se prepara como sopa esta versión hellnightmare 2.0 full...

Al rato me la tomo jijiji

Chale ya se ve raro, me la voy a arrancar con todo y pelos de colores que veo ajaj

Ese pinocho tan sádico llamado Gog, yo lo cree, fue mi hijo hasta que lo hicieron novela jjajaj

en la madre jajja

 

Lo que seguía era indescifrable. El lugar está lleno de historias de ese tipo, algunas se transmiten oralmente y otras por escrito.  Ahora recuerdo que, mientras leía esas palabras, de golpe me llegó la frase de Norma Mailer: "Tenía la impresión de encontrarme en una cueva, en el mismísimo borde de la futura civilización en compañía de los nuevos cavernícolas cerebrados, un anticipo de los siglos venideros"

Los hombres-rata son el futuro de la civilización, en la cloaca de su sociedad se están fraguando los nuevos principios que serán el resurgir de la humanidad, ya tan lisiada, tan cobarde y sin gusto musical.